Existe un espacio dentro de cada uno de nosotros, es el espacio SAGRADO del CORAZÓN, cuando nos conectamos y los activamos nos CONVERTIMOS en amor, EMANAMOS amor y DESTILAMOS amor.
A media que avanzamos en la senda del amor hacia nosotros mismos nos reconectamos con este espacio, con ese lugar de AMOR INFINITO e INCONDICIONAL, fuente de nuestra verdadera esencia.
Cuando nos conectamos con este espacio comenzamos a AMAR REALMENTE y a destilar amor, ese que va más allá de nuestras parejas o hijos. Cuando comenzamos a desarrollar la capacidad de amar, el amor se convierte en un sentimiento UNIVERSAL que impregna nuestras vidas, ya no amamos solo a nuestros seres queridos sino amamos la vida y BENDECIMOS cada una de sus MANIFESTACIONES. Amamos a los animales como un de las máximas representaciones del juego de la vida, amamos a todos los seres y sentimos una CONEXIÓN especial con todo lo que es, CONSCIENTES de que todos estamos INTERCONECTADOS todos somos uno y todos somos Dios.