¿Quieres saber que función tienen las personas que han formado parte de tu vida?
Todas han venido a ser tus acompañantes y los has elegido previamente por una razón. Comenzando por tus padres, hermanos, vecinos maestros, jefes, incluso un “extraño” que alguna vez te ayudo… o no.
Todos somos maestros para todos. Maestros y aprendices, nos ayudamos los unos a los otros a que siga creciendo la conciencia en cada uno. La contribución de todos y cada uno es importante, Tal vez no has pensado en ti como un maestro, pero tus también has estado enseñado algo y toda la vida a través de tu ejemplo.
Tu vida está destinada a tocar la de otros, la de tus hijos, amigos, colegas, los más cercanos y los no tan cercanos. Todas las personas con las que elegiste relacionarte ( a veces no conscientemente) son importantes porque son personas a las que les dejarás y te dejarán huella
Por eso, ahora te invito que veas hacia atrás y observes qué importantes han sido ciertas personas en tu vida. Podrás encontrar maestros de tres tipos:
- Maestros amorosos
- Maestros rasposos
- Maestros tormentosos
Los tres vienen a ayudarte a despertar, a que te muevas, a que te aprecies, a que sanes, a que entres en esas heridas para llenarlas de conciencia y de amor, y que crezcas por encima del miedo, sólo que… vienen a hacerlo de muy distintas maneras.
arte del la VIDA es comprender que cada personas y evento que sucede en relación con esa persona sirve a un propósito mas alto e nuestra vida.
¿Quieres saber como? Te invito a leer la función de cada una de ellas.
Maestros amorosos
Es el primer tipo de maestros que elegiste para ayudarte en esta obra de teatro llamada VIDA. Ellos toman la forma de amigos entrañables que siempre recuerdas con cariño, de amigos con los que te divertiste increíblemente, o en la forma de un amante inolvidable que te hizo creer en el amor, o vibrar en pasión. Lo recordarás con gratitud toda tu vida. En la forma de un grupo de grandes amigos con los que puedes desahogarte y ser tal como eres; en la forma de un abuelo adorado con sabios consejos; en la forma de una madre apapachadora; o un esposo o esposa que siempre se mantuvo junto a ti amándote, sin renunciar a su amor, aunque fueran tiempos difíciles. O puede ser simplemente que este tipo de maestro llegue en la forma de un extraño que siempre recordarás que te tendió la mano.
También elegirás, dependiendo de tu nivel de conciencia, a por lo menos un maestro espiritual terrenal, que te ayudará a ver y a salir del miedo, que te dará confianza hacia el futuro y te apoyará para dar pasos con mayor seguridad. De los varios que puedes elegir, elegirás en particular uno que sientas antes y después de su llegada a tu vida. Puedes conocerlo o no en persona, pero tu corazón sentirá gratitud hacia él. Te ayudará a ver de la manera más amorosa que tu aceptes y te abraza al hacerlo.
Este maestro es uno más formal, no como los que mencioné anteriormente, tú le asignaste este rol y ambos se eligen antes de nacer. Cada una de las partes afirma que desea el encuentro y elige en qué momento o momentos de tu vida te lo encontrarás, en qué edades para que traiga comprensión, amor y respuestas a tu vida. Viene a ayudarte como parte de su misión a que tú despiertes.
En todos los casos, el común denominador es que sucede de una manera: amorosa y gentil.
Son maestros a los que siempre agradecerás con cariño cuando veas hacia atrás. Habrá maestros más fuertes que otros. Repito, algunos de ellos están destinados a marcar tu vida como un antes y un después de ellos. Se encuentran destinados a cambiarte la vida y, precisamente por eso, elegiste encontrártelos. Estos maestros tienen como función traerte paz, aceptación, conciencia, amor, alegría,
Maestros rasposos
Este tipo de maestros son “curiosos”, pueden ser amigos que se convierten en examigo, gente con la que primero te llevas muy bien y por circunstancias de la vida se complica el panorama. Surge una complicación y por un tiempo pueden ser personas que se convierten en “una piedra en el zapato”. A diferencia del maestro anterior, son sujetos a los que quieres, pero de alguna manera tampoco puedes con ellos, te cuestan trabajo de alguna manera. Tienes esa sensación con ellos. Como un “te quiero, pero no puedo contigo” “te quiero, pero no te puedo perdonar”, o un “te quiero, pero me traicionaste”.
En esta categoría también están las personas “que te ven la cara” o que sientes que te defraudaron de alguna manera, pero no las puedes odiar, les guardas recelo, rencor, no las quieres cerca de ti, tienes dificultad para hablar con ellas, si es que siguen en tu vida. Pero de igual manera, lejos o cerca su relación no quedó o está de manera armoniosa, son relaciones en las que hay fricción, que “raspan”.
Puede ser una hermana, una tía, un hijo, amigo ¡que los quieres! Pero no hallas la forma con ellos, constantemente te desesperan o actúan justo de la manera que no desearías que lo hicieran. Pueden ser personas a las que brindaste toda tu confianza y querías, pero por orgullo, envidia, deseo de control, o una lucha de poder, entra el ego y la relación no camina más. Si no se separan físicamente, sí lo hacen emocionalmente, pues se “raspa” la relación cuando se ven, y aunque en el fondo se quieran, no parece lograrse ni un acercamiento real, ni una buena comunicación.
En este tipo de relaciones, puedes observar si el orgullo prevalece, el deseo de tener la razón, la envidia y la comparación constante. Pueden ser hermanos que se aman, que se adoran; o una relación padre-hijo; que nadie hable mal de ellos o los toque, porque pueden dar la vida y defenderlos, aunque ellos mismos se critiquen, o la mayoría de las veces no tienen una buena comunicación.
También podrían haber sido socios, o un empleado y jefe, en un trabajo formal o informal, donde uno de los dos se va. ¡Sólo para poner el mismo negocio que el que lo invitó a trabajar en un principio con él! El dolor está constante en el primero junto con el sentimiento de traición, mientras que el segundo necesita hablar mal de quien lo invitó a trabajar, sólo porque no reconoce su error, su envidia o su ambición, y por lo tanto, tendrá que hablar mal de esa persona para justificar su separación.
El común denominador es que hay sentimientos encontrados, de enojo y amor, cariño o gratitud. No puedes sacarlos de tu mente o de tu vida hasta que se resuelva de alguna manera el error, y ambos regresen al amor. Puede tomar muchos años, incluso al final de tu vida,
Estos maestros tienen como función hacer que trabajes tus emociones o actitudes que no quieres reconocer en ti, como el orgullo, la comparación, la envidia, la impaciencia, la baja autoestima, la ambición, una parte de ti que no está siendo responsable o respetuosa. Para que hagas un ejercicio de vida, al confirmar qué SÍ quieres, qué NO quieres, QUIÉN SÍ quieres ser y quién no. Esto te hará mejorar tu comunicación interna y definir nuevas metas y formas de relacionarte. Con este tipo de maestros no te será fácil relacionarte siempre, ya que suelen “rasparse” el uno al otro en medio de esos sentimientos. Al hacerte trabajar con tu ego, ayudarán en tu despertar, pues ambos están destinados a regresar al amor, a la cordialidad; al hacerlo serán encuentros que te traerán crecimiento, reflexión sobre una forma en la que puedes actuar, al final es un ejercicio de vida para que una y otra vez elijas en la práctica, en la vida diaria, la paz.
Maestros Tormentosos
Ahora… ¡AGÁRRATE! El tercer tipo de maestros ¡vinieron a moverte el tapete en tu vida! Vienen, literal, a sacudirte.
No sabes qué va a pasar exactamente con esas personas, si te quedarás con ellas o no, pero su presencia en tu vida DEFINITIVAMENTE no pasa inadvertida. O sea que son una gran desilusión, en un esguince de tercer grado en el corazón, o en un enojo que puede durar… vidas.
Estos maestros tienen gran efecto en tu estado de ánimo y de igual manera marcan tu vida.
Puedes haberlos elegido en la forma de una empresa despiadada que de un día para otro te retira beneficios, o en forma de una pareja súper atractiva para ti, de la que te enamoras profundamente sólo para NO quedarse contigo, ya que mintió y te enteras de que estaba casado.
Puede ser en la forma del empleado que te comete un fraude, de un socio que te traiciona o el esposo que te engaña y, además, se porta de manera abusiva contigo y con los hijos, etcétera. Hay muchos ejemplos de dónde escoger, pero creo que ya tienes la idea y ¡ya sabes si has tenido un maestro así en tu vida!
El común denominador es que son personas que te obligan a tomar decisiones en tu vida, y definitivamente no recuerdas con cariño, ni son personas a las que sientes querer. Al menos, en un inicio, con el tiempo y la práctica espiritual, terminarás agradeciendo también, pero son los casos más difíciles de no sentir odio, frustración, impotencia o una profunda depresión.
La función de estos maestros es moverte tan duro el tapete que dejes de posponer tu crecimiento y atiendas tus heridas más profundas. Acuerdas encontrarte con estos maestros para sanar pendientes de vidas pasadas con ellos. Puede haber gran negación o ceguera de tu parte, pero te aseguro que te harán crecer.
Quizá, los pediste para desarrollar y fortalecer tu autoestima, para aprender a poner límites sanos; para aceptar y superar tu ambición desmedida, para que reconozcan el dinero como un medio y no como un fin. Para experimentar el maltrato y ser empático con quien lo sufre; para reconocer y respetar las diferencias y aceptar que somos iguales.
O bien puedes atraerlos en la forma de una pareja que te maltrata física y emocionalmente, que te amedrenta, sólo para que empieces a mostrarte más amor a ti que al que te maltrata. Su función es hacerte alzar la voz al fin, para que te escuches o te observes en mayor conciencia.
Representan grandes cicatrices en tu vida. “Entre más duele el tropezón, más grande la lección.”
Como te puedes dar cuenta, los tres tipos de maestros te ayudan a crecer de maneras muy distintas, pero con cada uno trabajas y creces. Con los maestros amorosos hay enseñanza donde hay gratitud-amor. Con los maestros rasposos hay amor-tensión, con los maestros tormentosos trabajas por medio de la frustración-superación que te conduce a la más grande introspección. Todos son un complemento en tu misión de vida, el plan para tu despertar.
Así que ya sabes todo encuentro de alma tiene un propósito y fin. Si sabes de alguien que le pueda beneficiar esta info para el alma te invito a compartirlo
Y si aún no encuentras sentido a estar atravesando una difícil relación de cualquier tipo, te invito a reservar una sesión de Coaching para tu alma
Basado en Una Vida con Ángeles/TANIA KARAM