El miedo es lo contario al amor, los dos no pueden coexistir. Ni estamos amando al otro y mucho menos a nosotros mismos cuando el significado de amar es codepender.
La dependencia emocional es una de las problemáticas no solo de la sociedad actual sino que han existido a través de todas las generaciones de nuestros antepasados. No se hablaba de ello, de hecho se pensaba que era lo normal, no se cuestionaba.
Lo cierto es que, como cualquier otra droga, es una adicción.
Matrimonios que se quedaban juntos porque así tenia que ser, por costumbre, por los hijos, mujeres frustradas, hombres deprimidos en sus últimas décadas de vida, después de ver a sus hijos crecer, divorciarse o quedarse solos y que la vida les obliga a voltearse a ver a ellas mismos, se encontraban vacíos, sin proyectos personales ni profesionales después de años de darse a los demás entregarse a la familia por completo y olvidarse de preverse de amor, atención y cuidados así mismos. Y como pareja solo les quedaba morir juntos pero solos.
Por año a las mujeres se nos ha enseñado que uno de los mayores éxitos que podemos tener es el de casarnos con dependiendo el estereotipo familiar y cultural, el hombre que nos va a “rescatar” económicamente, emocionante, nos dará seguridad financiera como esposas y a nuestros hijos y con suerte también a nuestras familias.
Todo eso aunado a la industria cinematográfica de la otra mitad, pensamos que un día un hombre o mujer nos llegara y complementara como si hubiéramos venido a la Tierra incompletos, imperfectos. Y que dé nos ser así algo falla con nosotros, no somos dignos o somos feos, inadecuados.
A los hombres años de enseñarles a ser los únicos proveedores, fuertes, machos, y una serie de prejuicios del hombre de familia ideal que después de años de sufrir en silencio (porque si, también ellos sufren con estas imposiciones culturales) terminan con enfermedades del corazón o diabetes, irónicamente enfermedades relacionadas con la ira y frustración y la capacidad de goce y alegría por la vida respectivamente.
Es así como empezamos una carrera de buscar a esa persona que nos va a rescatar de nuestra miseria emocional, económica y espiritual. Tenemos el pensamiento mágico que alguien haya afuera resolverá nuestro vacío existencial pero que una vez que la encontramos toda esta serie de expectativas y desafíos personales no resueltos convierten nuestra vida en el campo de batalla ideal fuente de conflicto con nuestro concepto de amor, con la pareja, hijos, el exterior, pero por sobre todo con nosotros mismos
Nos hemos olvidado que hemos venido completos, solos (a menos que seas gemelo y aun así cada quien tiene su propio plan de alma) que no recitamos ganarnos el amor de nadie. Ya somos dignos de amor por el simple hecho de haber nacido.
Nada ni nadie afuera te va a dar el amor que primero no sientas y llenes primero contigo mismo.
Ya somos amor, formamos parte de él. No necesitamos buscar afuera, ni perseguir a nadie. Y si no me crees para de leer uh momento y observa como tu cuerpo hace sus funciones sin que tengas que decirle cómo. ¿Y sabes por qué? Porque tus células, órganos, y cada átomo que forma parte de ti es parte de la fuente infinita de amor, ese es su único propósito y es el mismo que te trajo a ti, solo que tu mente se ha olvidado pero tu alma no.
Por ello te ofrezco algunas claves para poder superar la dependencia emocional y poder salir de relaciones que no nos llenan, que no nos sentimos plenos o que inclusive te paraliza y sientes no poder dejarla.
- Se financieramente independiente.
Las relaciones sanas de pareja solo se dan desde la igualdad y esto solo se puede dar cuando no dependes de otro para vivir pues esto activa tus miedos más primeros de cuando éramos niños y dependíamos de mama y papá para nuestra subsistencia. Ahora eres una persona ADULTA RESPONSABLE DE TI MISMA.
- Se emocionalmente responsable
Algunos llegamos a relaciones e incluso al matrimonio tratando de cubrir heridas producto de nuestra baja autoestima, patrones disfuncionales que aprendimos de papá y mamá y simplemente para alguien llene lo que no hemos podido ni querido hacer por notros mismos. Así que siempre lo que digo es responsabilízate de tue estado actual de salud mental. No busques que tu pareja te dé el amor, seguridad, valentía, dinero, etc.. . Lo repito eres un adulto y ahora cuentas con herramientas emocionales, espirituales, coaching etc.. para que comiences en ti El único proceso que te llevara a ser libre emocionalmente: es estar cargo de tus emociones, patrones, relaciones, desafíos psicológicos y todo lo que te impide vivir en un estado de paz interior.
- Sana y cuida a tu niño interior.
De pequeños solemos pasar por procesos desafiantes para nuestra alma, y es desde esas heridas que nos relacionamos como adultos, somos literalmente niños haciendo negocios, teniendo hijos, formando familias etc… y todo eso desde lo que vivimos en la infancia. Haz las paces con tu pasado, honra y pide ayuda para poder tomar a ese niño de la mano y que no se el que te dirija a ti. Permite de una vez dejar de hacerlo pasar una y otra vez por las mismas experticias dolorosas, recuerda que cuando no hemos aprendido la lección esta se repiten una y otra vez en formatos más dolorosos hasta que las integramos
- Haz las paces con tus padres
De niña solía juzgar todo lo que hacían mis padres, como se llevaban entre ellos, la forma en que llevaban la economía familiar, porque nos habían tenido etc. Al casarme no solo me descubrí repetir la dinámica familiar de ellos; sino me vi siendo mi madre, comportándome como lo que tanto juzgué de ella por años y sabes por qué? por lo QUE RESISTES: PERISISTE.
Fue a través de un proceso en que le agradecí a mi madre porque su relación tan desafiante me llevo a buscar y sanar mis comportamientos disfuncionales con los que me relacionaba no solo con los hombres sino a nivel laboral y conmigo misma. Hice las paces con mi padre, haciéndome consiente de lo poco que cuidaba mi salud y mis malos hábitos que obviamente jamás asocié con mi manera de manejar mis finanzas y hacer relaciones interpersonales.
Siéntate y habla de corazón ellos no para reclámales cómo te trataron. Ellos al igual que tu hicieron lo que pudieron y después de todo solo te trataron y dieron amor de la forma que les fue dado a ellos. Acepta que no pudieron hacerlo diferente, pero si lo necesario para que hoy tu trasciendas eso que no te pareció en ti. Conoce su infancia, su historia , sus dificultades y veras que poco a poco dejara de existir el juicio en ti. Invítalos a tomar un café, a un viaje si está en tus posibilidades, después de todo gracias a ellos hoy experimentas la vida.
Y por último….
- Amate, hónrate y Respétate
El aceptarte con todo lo que eres y no eres te da libertada. No hay nada malo en ti. Deja de juzgar la parte chismosa, enojona, deudora, adicta y todo cuanto a tu mente se le ocurra de ti. Aceptan que forman parte de ti, abrazarlas por que aparte de ser todos los dones que tienes (si todos tenemos, aunque sea uno) también eres eso que enjuicias como malo, y que no por ello te limita a vivir en amor y abundancia en todas las áreas de tu vida.
Cuando integres tu dualidad humana veras que la relación de pareja te servirá como un instrumento para conocerte mejor y para amarte en plenitud, después de todo para eso están hechas las relaciones humanas: para, mostrarnos toda nuestra inmensa luz y pero también para aceptar e integrar todas nuestra sombra.